viernes, 30 de septiembre de 2011

NOTA PREVIA, ADVERTENCIA, RECOMENDACIÓN, PETICIÓN Y CONTACTO


NOTA PREVIA

El contenido de este texto es reproducción del publicado en 2007

ADVERTENCIA

La obra original ha sido maquetada nuevamente para facilitar su publicación electrónica en un blog del Poeta Emilio Rodríguez, ha cambiado la portada, la contraportada y el número de páginas.

RECOMENDACIÓN

Dado que la edición original está agotada, el autor autoriza a sus lectores a reproducir esta obra para uso personal, con el ruego de que se cite su procedencia.

PETICIÓN

Si algún lector quedase especialmente complacido con la lectura de DE NOCHES Y NAUFRAGIOS puede manifestar su satisfacción entregando un pequeño donativo a cualquier organización dedicada a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de este mundo.


CONTACTO

Los lectores que deseen ponerse en contacto con el autor de este libro pueden hacerlo escribiendo a su dirección electrónica poetaemiliorodriguez@gmail.com

DE NOCHES Y NAUFRAGIOS


CEREMONIA

Estancias sombreadas,

miedo al miedo.

Un mosaico de barcos

ateridos.

Se agranda la penumbra,

se contrae

el ensayo de un grito

entre los dedos.

VARIACIÓN

De ti, por ti, la noche

más bailable.

Un canto más tenaz

y discordado.

Me dirijo al umbral


interrogante

donde nunca tu voz será presencia.

RESPUESTA

(Para Hélder Ferreira )

Un árbol ha crecido en tu silencio.

Una pira de noches

y de espadas.

La página del tiempo se desdobla


en sonidos que imitan

nuestros pasos.

TRASLACIÓN

Hoy es un rito azul

sin paliativos.

Hoy tengo otra mirada,

otras palabras

para decir los mismos

ajimeces.

Las manos de la tarde

hacen silencios

y nos cercan la piel

de la mirada.

IMPRONTA

A veces duele más tanta distancia

que la presencia inmóvil

de lo cierto.

A veces, cuando casi

ya no llueve, nos parece reciente

la belleza

que acumulan los dedos

de la tarde.

FALSA ESTATUA

Sentado en tus pupilas muere

el día.

El viento da zancadas

en tu espalda.

Balcones de un incendio,


blanca noche

para pisar silencio

en los caminos.

AUSENCIA

Me miras desde dentro de los lentos

claveles del otoño.

Me cuidas el cabello

con palabras,

con los gestos de miel

que habías aprendido

en las estatuas.

INVENTARIO

El ruido de las alas de la noche.

Descubro cimitarras

en los libros.

El gesto más antiguo

de la ausencia

perdido entre los restos

del banquete.

TENSIÓN

Las horas que resbalan

por el gris de las baldosas.

Por un cielo trufado

de guijarros

se aleja, en su carroza

de suspiros,

un siglo de escafandras

y rosales .

Las horas, adornadas

con sangre de ballesta.

LUGAR DE LA VISIÓN

Y desde aquí la nieve

en horas de visita

Visillos enlazados

al pecho de las jaras.

Mañanas cuesta arriba

llenándonos los ojos.

Ventanas de cocina

vigilan

la ausencia de los pájaros.

ESTADO

El viento de la tarde


y las lombrices


que el tiempo nos regala.


Un barco de papel

trae pisadas

de la memoria escrita

por la lluvia.

Descanso de estar triste.

Proyecto una ventana

para verte.

CAMBIO DE ESTACIÓN

Regreso al territorio de las dudas.

Aquí cultivo arpegios y galopes.

Invierno en los armarios.

Los pájaros agitan el paisaje.


Una paloma blanca

estrena el cielo.

La noche se desborda

de los vasos.

GUADARRAMA

Aquí se llama ahora y es

mañana.

Debajo de los puentes


se construyen

las columnas del aire.

Debajo del almendro encanecido,

un baile de silencios,

una rueda

de manos ateridas.

Aquí, desde otro invierno,


los ojos y los dedos

de la sombra.

DIETARIO

Los días de la noche tienen dientes.

Están bajo las camas,

pelusillas

que borrará la lluvia

de otro enero.

Los días de los libros

y las lámparas

me llenan el zaguán

de la memoria.

DIES ILLA

Hay domingos que nos besan

y nos cuidan.

Que llenan nuestro vaso


de licores

cuyo nombre no sabemos.

Hay domingos que se extienden

a lo largo de semanas,

hasta llenar de aliento

el calendario.

PARÁBOLA

Del vientre de la noche

este silencio azul,

esta cascada

de nieve o de palabras

como espuelas.

del vientre de los libros

nace junta

toda la primavera,


como un viaje

que no tiene regreso.

LECTURA

La lluvia y los volcanes.


Orificio que no viene

en los mapas,

por donde los paisajes

se deslizan.


Ocupa este sillón

de mis ojeras

un arisco pirata.

Una galerna

se va extendiendo ahora


por el blanco mantel

del desayuno.

PORTADA

Observo la mentira del crepúsculo.

Vuelvo a pisar el límite

de todas las distancias.

Vigilo la cadencia

de una luz

que olvida su derrota.

PLAN DE FUGA

Ritual de los abrazos,

gestos de soledad

de un mar que crece.

Como encerrar los vientos.

Las mañanas se suceden

a si mismas.

La noche ya no existe.


Los gestos más antiguos

repentizan

caminos sin pisadas.

Niebla y sueño.

ESPACIO

El fuego es un lugar que llena

el horizonte.

Allí donde las manos

crecen y ramifican,

se está poblando

con todos los silencios,


un bosque de lechuzas

y de espasmos.

El fuego es otra dimensión


de los cansancios

que pueblan nuestra piel.

CONSIGNA

Si no estamos aquí, pregunta

por nosotros

a la noche.

Si el viaje nos retiene

y el regreso nos cierra

los caminos,

pregunta a este silencio

que grita

nuestros nombres.

COYUNTURA

Sentado en esta sombra


cultivable,


regreso a mis achaques,


los recodos

donde me crece el musgo

y las adelfas.

Un espejo me grita.

Sentado, tan de espaldas como siempre.

DIMENSIÓN

La tarde crece y se ahila

como el fulgor tenaz

de la retama.

Insistencia de luces.

Todo el canto es ahora

casi árbol

casi huida.

La piedra nos enseña

sus heridas.

APUNTE


Memoria de amapolas,


territorio de los días


esbozados


en un perfil de sombra.


Acunadora luz

de melodías.

Los gritos se han borrado.

Un calendario lleno

de pisadas.

REITERACIÓN

y oyes que la noche va despacio

a su rincón de luces

y de ayeres.

Quizá de tus pisadas


sólo queda

un eco que, despacio,

se encierra en otras noches

ESPEJISMO

Cerrando la penumbra

del ocaso

nos pareció ver barcos

surcando

lentamente

la llanura.

APELACIÓN

Olvido de los ojos.

Geografía

de un llanto contenido.

Las manos también dicen.

Distancia que nos borra

la mirada.

ESQUEMA

Fue como si la noche,

cultivada en macetas,

nos sorprendiera

cogiendo

aquella flor

que nunca habíamos visto.

Fue como si

la oscuridad

en pleno día.

PÁNICO

Como llora la piedra.


Como se estira

y suena

su lamento.

Igual que las pisadas


de la noche, sonando

por dentro

del cerebro.

VACÍO

Aquí y ahora, cierzo

o muerte en los papeles.


Un tiempo ceniciento


se desliza


por detrás del sonido


de la pluma.

Aquí y ahora,

calma

impregnando el periódico

mañana.

AUSENCIA

Estábamos mirando

los barcos de la noche.

Un viento como harina


nos cubría

la mirada.

Estábamos hablando


con los que solamente


conocen el silencio.

UBI

Allí, donde la lluvia

construye un escenario

vacío de palabras.

Lugar de desencuentros.


Pasillo inaccesible

que conduce

al territorio

del olvido

HOMENAJE

j Qué pequeña la llama

de la noche!

La luna incinerando

residuos de un camino

todavía no trazado.

¡Qué grande la nostalgia!

Y Juan Ramón llorando

porque el barco de sus sueños

no ha podido surcar

esta llanura.

TRATADO

De tu cintura también penden

las estrellas.

El tiempo se aposenta

en tus ojeras.

Las manos de la noche


imitaban

tu cansancio

COMUNICACIÓN

Estábamos allí,

donde confluyen los carros de la noche.

Y la palabra,

como piedra

de ajimez,

se estaba interponiendo

entre nosotros.

(Parquelagos, Enero – Junio, 1996)